Construido en piedra, imitando a las construcciones romanas, el Puente Canto es una obra emblemática, aun en servicio, y que permite atravesar el río Aranzuelo.
El puente tiene dos ojos y hasta hace no muchos años existía, a ambos lados del puente, dos petriles donde los chavales de Hontoria se divertían atravesándoles una y otra vez tratando de no caerse al agua.
Estos petriles se añadieron posteriormente a la estructura del puente, pero con la llegada de los tractores al pueblo, hubo que eliminarlos porque la anchura del puente no era suficiente para que la maquinaria agrícola pudiera atravesarlo cuando se dirigían a labrar las tierras allende el río.
Hoy cuesta creerlo a la vista del escaso caudal que trae el río Aranzuelo, pero los hontorianos de más edad aún recuerdan las enormes crecidas del río que hace años, hacían que el agua rebasara el puente, llegando incluso a la carretera.